Desde el inicio de la EUCOCO, el taller “ política e información”, ha tenido como objetivo permitir al movimiento de solidaridad con el pueblo saharaui hacer un balance del estado de avance de la lucha del Frente POLISARIO (F.P.) por la descolonización total del Sahara Occidental (S.O.) y, para poner fin a la ocupación de una parte de su territorio por el Reino de Marruecos, a las violaciones graves de los derechos fundamentales del pueblo saharaui y al saqueo de sus recursos naturales.
El taller tiene también la responsabilidad de definir las vías y medios que permitan informar a la opinión internacional sobre la existencia del Sahara Occidental, y hacer valer ante las instancias internacionales y los Estados, el derecho primordial a la independencia del pueblo saharaui. La RASD, si bien ha sido reconocida por la Unión Africana y muchos países como Estado soberano, sigue siendo actualmente la última colonia africana. Esta flagrante injusticia contra los saharauis se debe a la ocupación marroquí, pero también principalmente a las graves deficiencias de España, Potencia colonial que no ha llevado a término el proceso de descolonización, así como de las Naciones Unidas, que no ha respetado sus compromisos negociados entre el Frente Polisario y Marruecos para realizar en 1990 un referéndum de libre autodeterminación que permita a los saharauis solos, bajo control de las Naciones Unidas, expresar su libre elección en cuanto a su destino político. Francia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, no deja de proteger al ocupante marroquí al que considera su protectorado.
En 2020, tras los últimos intentos de Marruecos de realizar nuevas anexiones territoriales al sur del Sahara Occidental y ante la falta de reacciones de la ONU, el Frente Polisario, decidió reanudar las armas que había depositado en 1990 para permitir a las Naciones Unidas proceder al referéndum de libre determinación.
En 2021, el presidente de Estados Unidos, Trump, en violación del Derecho Internacional, decretó que el Sahara Occidental era parte de Marruecos a cambio de que el rey de Marruecos estableciera relaciones diplomáticas e intercambios regulares con Israel.
En 2022, el presidente español envió una carta al rey de Marruecos asegurándole que apoyaba la propuesta marroquí de un estatuto de autonomía bajo control marroquí del Sahara Occidental.
La RASD, miembro de la U. A. y reconocida por más de 80 países, el Frente Polisario, reconocido como representante oficial de las Naciones Unidas que califica al Sahara como territorio no autónomo, goza desde hace 46 años de un apoyo sin reservas de Argelia. Excepto la administración del Sr. Trump, ningún Estado reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental. La Corte Internacional de Justicia de La Haya lo confirmó ya en 1975 en un dictamen motivado remitido a petición del Secretario General de la ONU a la Asamblea General de las Naciones Unidas. El Tribunal de Justicia Europeo de Luxemburgo en tres sentencias en 2016, 2018, y recientemente en sentencias de 29 de septiembre de 2021, precisó que el Sahara Occidental es un territorio distinto de Marruecos, que el Frente Polisario es el representante del pueblo saharaui, capaz de representarlo ante los tribunales y ante las instancias internacionales, y que los colonos marroquíes instalados en el Sahara no tienen ninguna legitimidad ni Marruecos, para representar el territorio que ocupan.
La EUCOCO es un amplio movimiento de solidaridad internacional que desde el comienzo de la lucha del pueblo saharaui dirigida por el Frente POLISARIO, reivindica el reconocimiento de los derechos fundamentales de este pueblo a su independencia en virtud de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas que han permitido la emancipación de los pueblos de la tutela colonial (Res. AGNU XV 14 1960).
Actualmente, hay que apoyar esas luchas, la del pueblo saharaui, la del pueblo palestino, dos pueblos ocupados ilegalmente por potencias ajenas a los intereses occidentales, porque sus reivindicaciones son legítimas y se basan en los fundamentos mismos del Derecho Internacional. Estas luchas, consideradas por algunos círculos políticos como de otra época, representan, por el contrario, una llamada de urgente actualidad en cuanto a la urgencia de reconstruir una comunidad internacional basada en la coexistencia pacífica entre las naciones, respetando las normas pacientemente construidas en el seno mismo de las Naciones Unidas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Contribuir a la independencia del Sahara Occidental, así como a la de Palestina como Estados soberanos, es una contribución solidaria al respeto del derecho de los pueblos a la libre autodeterminación. Asimismo, es una contribución plenamente necesaria a la paz y a la cooperación en la orilla del Mediterráneo, es una manera concreta de recordar y reforzar el papel de las Naciones Unidas en sus misiones de paz y desarrollo en el mundo.